La Paz – Miercoles 27 de Abril de 2016 | Unidad de Comunicación
Un buen condimento en la mesa es la “sal”, sin embargo su excesivo consumo conlleva el riesgo de sufrir enfermedades de tipo cardiovascular e hipertensión. En Bolivia se fortifica la sal con yodo para prevenir los desórdenes causados por la deficiencia de éste micronutriente (DDI), que es uno de los factores para contraer el bocio, hipotiroidismo, cretinismo endémico, entre otros.
Existen tres tipos de sal común según su procedencia sal marina, sal de manantial y sal gema que procede de la extracción minera denominada halita y la sal vegetal que se obtiene por concentración. En el tema de control de la sal para su consumo, el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (INLASA) es la instancia que realiza la inspección en sal granulada de mesa y sal refinada.
La sal proporciona a los alimentos uno de los sabores básicos, su consumo modifica el comportamiento frente a los alimentos ya que es un generador del apetito y estimula su ingesta, se la emplea fundamentalmente como condimento y como conservante.
Se dice que la sal es el condimento más antiguo y alguna vez formó parte de la economía, ya que ganó valor y con ella (sal) se pagaba los impuestos, fue utilizada como dinero y su consumo fue creciendo al pasar los años.
Hace un par de meses atrás el Presidente Evo Morales, promulgó la Ley N°775 de “Promoción de Alimentación Saludable”, donde se promueven hábitos alimenticios saludables a fin de prevenir enfermedades no transmisibles y reducir factores de riesgo como es el excesivo consumo de sal, azúcares, grasas trans entre otros.
Dentro los parámetros saludables el consumo de sal no debe sobrepasar los 5 gramos diarios y con ello descartar la posibilidad de las enfermedades anteriormente mencionadas.
Por lo tanto se recomienda el consumo de productos de mar, sal yodada en la preparación de alimentos y al final de la cocción ya que al cocer se pierde la sal.
Llevar una dieta sana desde la niñez a lo largo de la vida, ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, y coadyuva a prevenir enfermedades no transmisibles y diferentes afecciones en el organismo. La composición exacta de una alimentación saludable y variada se basa en productos naturales y frescos libre de conservantes y químicos.
