
La Paz – Viernes 23 de Marzo de 2018 | Unidad de Comunicación
“Al día siguiente me dirigí al lugar donde fue la batalla, llevando carne, pan y cuatro cargas de agua, acompañada de dos sanitarios; al pasar por ese lugar y al ver mortandad tan inmensa se partió mi corazón y lloró sangre…”, es parte del relato que la enfermera Ignacia Zeballos Taborga haría de la Batalla del Alto de la Alianza del 26 de mayo de 1880.