La Paz - 06 de Marzo de 2015 | Unidad de Comunicación
Ella nació en el Trópico de Cochabamba (provincia Carrasco) se graduó en 2012 de la Escuela Latinoamericana de Medicina -ELAM en Cuba y la formación social que recibió la llevó a tomar la decisión de ir a trabajar al Centro de Salud Toromona, mucho más allá del municipio de Ixiamas, un lugar de difícil acceso por las limitaciones geográficas.
"Debo viajar durante tres días para llegar a mi Centro de Salud. Entro por Yungas, Caranavi de ahí me conecto hacia Rurrenabaque y llego a Cobija; de ahí salen las flotas hacia Puerto Chivé, donde me esperan los comunarios para llevarme en su deslizadores, llamado por ellos teke teke, hacia el Centro de Salud Toromona, ubicado a orillas del río, luego de 12 horas de viaje", relata la Dra. Willma.
"La rutina de atención en general se realiza casa por casa porque la comunidad es pequeña. Los comunarios se dedican a la recolección de castaña y de oro sobre todo en esta época (enero y abril) Por ello el pueblo queda vacío y yo debo ir hasta los centros de castaña para atender a las personas que se ponen mal, para ello, son los mismos comunarios que me llevan hacia estos centros", explica.
Según la Dra. Mamani, el Centro de Salud fue construido por la misma población con madera del lugar, "la construcción es rústica, tenemos los recursos básicos como una camilla y una sala de enfermería, pero hace falta algo más acorde a las necesidades de la población", indica a tiempo de recordar que hace tiempo el SEDES prometió la construcción de un Centro de Salud y sin embargo, hasta la fecha no se hizo nada.
Respecto a las enfermedades prevalentes, de acuerdo con la Dra. Mamani, las más frecuentes son las Infecciones respiratorias agudas y las enfermedades diarreicas agudas, aunque debido a la exposición al río existe el peligro de muerte a causa de los frecuentes accidentes que surgen, como golpes con cocodrilos y anacondas que vuelcan los deslizadores provocando fatales accidentes.
"La geografía del lugar es un terrible obstáculo, a veces tenemos casos muy graves como complicaciones de partos a cuyas pacientes debemos referirlas hasta Cobija y las enviamos por Puerto Chivé y deben viajar por lo menso entre 6 a 24 horas dependiendo cómo se encuentre el camino", señala.
Generalmente son los niños los que se enferman con diarreas y sufren deshidratación. Antes de que yo llegara -me cuentan los comunarios- muchos de ellos morían a causa de la deshidratación porque cuando se les complicaba los llevaban hasta Cobija, y por la debilidad la mayoría de los niños se moría en el camino porque no podían resistir el viaje", relata.
"Esta situación ha cambiado, pues ahora los niños que sufren de EDAS son atendido en nuestro Centro, les aplicamos sueros por vía intravenosa para hacerlos recuperar o simplemente les damos sales de rehidratación. Ya no hay necesidad de enviarlos tan lejos", manifiesta la Dra. a tiempo de expresar con orgullo " los comunarios dicen que desde que yo llegué todo ha mejorado sobre todo para las mujeres y los niños de este lugar".
