La Paz - 18 de Marzo de 2015 | Unidad de Comunicación
La Responsable del Area de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, Dra. Claudia Velarde Ponce de León, informó que esta repartición,en coordinación con los Ministerios de Medio Ambiente y Agua y Desarrollo Rural y Tierras, realizan la evaluación de los plaguicidas 1A y 1B que se caracterizan por ser los grupos de mayor toxicidad por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
" Estamos realizando la evaluación de los plaguicidas de los tipos 1a y 1b que son más tóxicos para la salud, haciendo una revisión de cuáles están permitidos en Bolivia. Esta evaluación será para medir el riesgo- beneficio y toxicología de cada una de ellas, con el fin de que los plaguicidas más tóxicos se prohíban en el territorio nacional, porque afectan a la salud pública, familias, niños y consumidores", señaló la Dra. Velarde. "Esperamos controlarlo de forma más real, porque es de comercialización libre en el país", agregó.
De esta manera, el Ministerio de Salud analiza los riesgos a la salud; el Ministerio de Medio Ambiente evalúa los riesgos al medio ambiente y el Ministerio de Desarrollo Rural, a través del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG) participa de la evaluación en relación a la producción.
Por otro lado, la Dra. Velarde indicó que algunos plaguicidas son mutágenos y pueden causar cáncer u otro tipo de enfermedades, dependiendo del tipo de plaga que quiera ser contrarrestada. "Su usoexcesivo se debe al fácil acceso en el mercado por parte del agricultor. En el país generalmente se usan estos plaguicidas en la producción de tomates, soya y papa", explicó.
Los plaguicidas son productos químicos usados para controlar las plagas como insectos, ácaros, hongos, oomicetos, bacterias, virus, nematodos, caracoles, roedores, aves y malas hierbas que afectan los cultivos. Por ello, existen varios tipos y se denominan de acuerdo con la plaga agrícola que controlan, por ejemplo, se denominan insecticidas si controlan a los insectos; fungicidas si controlan a los hongos y oomicetos; herbicidas si controlan las malas hierbas, entre otros.
Según estimaciones de la OMS, alrededor de 3 millones de personas resultan envenenadas por plaguicidas cada año y la mayoría de éstas en países en desarrollo.
Debido a que los agricultores en los países en desarrollo a menudo no disponen de la capacitación o los equipos para hacer un manejo seguro de los plaguicidas, la FAO recomienda que los plaguicidas de las categorías 1a y 1b, no sean utilizados en estos países.